lo del libro de Hechos de los Apóstoles. Sin embargo, cuando no ocurre nada de esto ni se imagina siquiera, las afirmaciones de que el Espíritu está obrando deben juzgarse como irreales. El Espíritu Santo viene a santificarnos, nos da a conocer la realidad de Dios y nos la hace sentir por medio de Su Hijo Jesucristo; Dios odia nuestros pecados, retrocede y se aíra ante ellos, e insiste con amor en cambiar y reedificar nuestro carácter, a la vez que nos perdona por amor a Jesús. ¿Hemos sentido alguna
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